Como suele ser habitual, una entrega de premios reúne a un gran número de famosos, por lo que siempre nos sirve de pasarela de la que poder sacar tendencias, ideas y, también opiniones. Así ocurrió con la gala que se celebró en el Teatro Nokia de Los Ángeles, donde se entregaban los MTV Video Music Awards 2011, y a la que acudió Selena Gómez, acompañada por su novio, el galardonado Justin Bieber.
En esta ocasión, pudimos ver a una Selena en su faceta menos favorecedora, puesto que tanto el negro de su vestimenta como el moño italiano que lucía le otorgaban una imagen muy enseñorada, aparte de que el pelo tan retirado de la frente le deja a la vista las marcas desiguales que le produce su nacimiento, y que siempre deben corregirse con un aire de laca sobre un peine y después retirar hacia atrás.
En cuanto al maquillaje, lucía un aspecto bastante natural, exceptuando la boca, de la que luego hablaremos. Una base fluida, colorete en tonos melocotón, y la misma línea de colorido monocromático en sus ojos, que dieron protagonismo al lápiz negro y la máscara de pestañas. Los labios presentaban un perfilado realizado con un trazo bastante inusual, puesto que debe ser más fino, y además no bien cubierto por la barra grosella que eligió, cuyo tono tampoco favorece a las facciones tan dulces de la artista.
Esta imagen dista mucho de la que ofreció el pasado mes de junio en los MTV Movie Awards, a donde acudió con un aspecto mucho más juvenil tanto en peluquería como maquillaje. En aquella ocasión lucía su melena con raya al medio, a la que retiró ambos laterales hacia la nuca y permitió que dos simpáticos mechones cayeran sobre su rostro, y el maquillaje fue mucho más acertado y favorecedor, optando por tonos más claros y llevando los labios en rosita claro, un color más acorde con su estilo y corta edad.