Cierto es que la mayoría de las actrices más seguidas por el gran público provienen de Hollywood, meca del cine, pero también es cierto que otros países son cuna de grandes artistas que saben destacar y ganar posiciones frente a los más grandes. Este es el caso de Marion Cotillard, actriz, cantante y modelo francesa que hoy en día es todo un referente artístico y estético.
Su interpretación de Édith Piaf en “La vida en rosa” la ha llevado a hacerse con los premios BAFTA, César, Globo de Oro y Óscar a la mejor actriz. Todo un empujón en su carrera y también para convertirse en una celebrity invitada a numerosas fiestas y eventos destacados. Su rostro se fue haciendo popular y hoy protagoniza campañas tan importantes como la nueva serie Lady Dior. Todo ello la ha convertido en una it-girl a la francesa que causa sensación allí donde va.
Marion Cotillard tiene una belleza serena que sabe explotar con diferentes estilos de maquillaje y peluquería. Suele apostar por técnicas no muy recargadas y vemos que su rostro siempre aparece con un tono bajo de piel y ligeramente sonrosado con un toque de colorete que le proporciona un rubor muy natural. En sus ojos acostumbra a lucir marrones tanto en lápices como en sombras, dejando el negro para destacar las pestañas, pero no de un modo muy exagerado, evitando largos volúmenes y pigmentos extremos. Acostumbra a llevar los labios en tonos discretos, aunque en alguna gala podamos verla con corales y rojos pasión.
Su pelo liso se llena de vida cuando lo moldea ligeramente o marca unas pronunciadas ondas. Ya sea en melena, falso bob o coleta ladeada, ese aire desenfadado le favorece y le da un toque fresco y juvenil. Para un look más sofisticado, Marion opta por recogidos tan espectaculares como el moño XXL que lució en el pasado Festival de Cannes, siendo su estilismo uno de los más aplaudidos tanto por la crítica como por el público.