Este fin de semana fue muy especial para los seguidores de 2 de las grandes divas actuales de la música. Por un lado Barcelona recibía a Lady Gaga el sábado, mientras que el domingo era Madrid la que acogía el primer concierto de Jennifer López en nuestro país en lo que va de siglo. La esperada cita tuvo lugar en el Palacio de los Deportes.
Un aforo de 18.000 personas que podrán contar que vivieron en directo cada uno de los movimientos que la neoyorkina traía perfectamente ensayados para dar mucho que hablar con su exitosa gira “Dance again”, que recoge grandes éxitos de su trayectoria profesional. Ataviada con gorro y sobrefalda de plumas de marabú de color blanco, JLo (abreviatura de su nombre) emergió de la nada como una primera vedette, dejando al público impresionado con su entrada espectacular.
Al ritmo de la música se despojó del gorro y posteriormente de la cola, dejando que su cuerpo se adivinara a través de un ceñidísimo mono transparente adornado con pedrería. Un golpe de efecto que dejó estupefacto a todo el que pudo comprobar su espléndida figura, máxime si recordamos que tiene 43 años y es madre de gemelos. Jennifer eligió con acierto el peinado que acompañaría este vestuario, ya que se decantó por lucir su larga melena totalmente suelta, con raya al medio y bastante ondulada. En cuanto al color, lo llevaba perfecto, con mechas doradas y claras sobre una base castaño oscuro.
Muy moderna también la elección del maquillaje, ya que optó por un smoky eyes en tonos morados, uno de los colores estrella de la temporada para sombra de ojos. El delineado fue realizado con el tono oscuro, así como un lila bastante más suave hizo de relleno, aportando luminosidad a su mirada. Los labios iban maquillados con un rosa suave de acabado nacarado, y el colorete era un favorecedor color tierra. Muy bien.