Solo tiene 22 años, pero Jennifer Lawrence ya se ha hecho un hueco en el panorama interpretativo estadounidense, así que ya pueden echarse a temblar todas las celebrities de Hollywood. Prueba de ello es el Oscar a la Mejor Actriz que se ha llevado esta noche por su interpretación en “El lado bueno de las cosas”.
Con un impecable vestido blanco de Dior, la actriz deslumbró a todos los presentes en su paseo por la alfombra roja y, además, protagonizó una de las anécdotas de la ceremonia. Y es que los nervios, la tela del vestido y, posiblemente, los tacones le jugaron una mala pasada de camino al escenario y la actriz tropezó en las escalerillas ante los ojos de medio mundo. Pero el vestuario no fue lo único que hizo brillar a Jennifer. El maquillaje y el peinado fueron de lo más acertados. ¿Quieres conocer más detalles sobre el estilismo de la ganadora de un Oscar?
Naturalidad ante todo
La imagen de Jennifer Lawrence, alejada del estándar de Hollywood, encandila en el panorama cinematográfico y fuera de él. Buena parte de la culpa la tiene la naturalidad que desprende la actriz en cada una de sus apariciones. Anoche lo volvió a demostrar.
Peinado
Su peinado, por ejemplo, era sencillo, aunque muy bien elaborado, complementando a la perfección la elegancia del vestido, que le ha hecho situarse en las listas de las mejor vestidas de la alfombra roja de los Oscar 2013. La actriz optó por un recogido peinado hacia atrás, un moño bajo bastante trabajado que le aportaba elegancia pero sin perder frescura.
Maquillaje
Por su parte, el maquillaje fue muy suave, con los labios nude, ojos destacados con eyeliner y sombra de ojos en azul. En definitiva, un look súper sencillo que le hizo estar entre las más guapas de la noche.
Es cierto, la chica estaba tan guapa no sólo por llevar un vestido que valía una millonada y ser realmente bonito, sino porque no tapaba su naturalidad. Al contrario, la potenciaba, y lo mismo ocurría con su peinado y maquillaje. Estaba fantástica, bellísima.
¡Totalmente de acuerdo! ¡Un saludo Anna!