Diferentes tipos de sérums para la piel


Todas hemos visto como el mundo de la estética ha avanzado en los últimos años, especialmente en la última década, en la que apareció un nuevo producto que vino a completar nuestra rutina de belleza y lo hizo pisando fuerte y manteniéndose con esa fuerza a lo largo de todo este tiempo. Ese novedoso producto es el sérum, un concentrado cuya sola textura ya le profiere al cutis un tacto sedoso y que además tiene otros beneficios muy notorios sobre la piel.

Estos beneficios son tan diversos como multiplicar la luminosidad de la piel, rellenar las arrugas, devolver la calma a las pieles alteradas, reafirmar el cutis… todo depende del producto que elijas dentro de las amplias posibilidades que la mayoría de marcas te ofrecen, ya que su éxito ha hecho que su presencia sea casi imprescindible en todas las firmas por tratarse de un producto que cada vez utilizan más mujeres. Para un resultado óptimo necesitas conocer los diferentes tipos de sérums para la piel que hay en el mercado, y que podrían clasificarse por:

Calmantes: dan confort a las pieles sensibles, intolerantes y reactivas. Reducen la irritación y las rojeces, alivian la tirantez y tratan la excesiva reactividad al tiempo que refuerzan la función barrera de la piel.

Tensores: contienen proteínas que se fijan sobre la capa superficial de la piel y la estiran durante varias horas. Su efecto es similar al de las ampollas flash.

Antiedad: hidratan, nutren y reafirman la piel gracias a que su fórmula contiene activos de gran calidad y de fácil absorción.

Energizantes: ricos en vitamina C, cafeína y extractos de plantas que activan la microcirculación dejando la piel resplandeciente.

Antimanchas: contienen micropartículas exfoliantes y otras nacaradas que aportan luminosidad a la piel. Son idóneos para acompañar un tratamiento despigmentante.

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