No es ningún secreto que la hidratación de la piel debe ser mucho más rigurosa durante los meses más fríos del año, es decir, en pleno invierno. En Maquilladas ya hemos hablado de la importancia de hidratar el cutis en cualquier época del año, pero hoy vamos a ocuparnos de las eternas olvidadas: las piernas.
Siempre nos preocupamos por la piel del rostro y de las manos, que está expuesta al frío, a los rayos de sol, a la contaminación… Pero, ¿y el resto del cuerpo? Los baños con agua demasiado caliente, la mala alimentación, la falta de hidratación, el frío y los hábitos de vida poco saludables terminan por pasar factura a nuestra piel que se reseca, resiente, debilita, pierde su firmeza y también su belleza. Hoy en Maquilladas, vamos a solucionar todos estos problemas.
Alimentación, deporte y estilo de vida
Tal y como comentábamos antes, la salud y el estilo de vida influyen mucho más de lo que piensas. Así que además de practicar ejercicio físico y llevar una vida sana, no te olvides de beber abundante agua y consumir alimentos con alto contenido líquido como caldos, sopas, frutas o infusiones. En invierno sobre todo, debemos reforzar nuestras defensas con una buena alimentación.
Limpieza
Otro detalle muy importante es la limpieza y la exfoliación regular de tu cutis, que te ayudará a eliminar las células muertas y las impurezas que acumula tu rostro. Por supuesto, algún tratamiento en un centro de Spa puede ser muy beneficioso para nuestras piernas. No es necesario que sea muy frecuente, pero un capricho de vez en cuando nunca viene mal.
Una buena crema hidratante
Los expertos en dermatología también nos recuerdan la importancia de no bañarse con agua demasiado caliente, ya que además de resecar la piel es malo para la circulación sanguínea.
Y por supuesto, no te olvides de utilizar regularmente, sobre todo después de la ducha, un tratamiento hidratante para tu tipo de piel, seca, normal, grasa, mixta…
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