La piel grasa es muy resistente y puede mantenerse joven por mucho tiempo y, aunque en un principio se asocia con adolescentes, es común en otras edades. Este tipo de cutis puede tener un aspecto brillante causado por la acumulación de secreciones en la piel, esto hace que los poros se obstruyan y originen puntos negros y espinillas. Es importante que tengas unos cuidados básicos y, sobre todo, que utilices los productos que mejor te convienen tanto en limpieza como en tratamiento y en maquillaje. Sigue estos consejos y verás cómo mejora tu piel:
– Limpieza diaria: es fundamental que limpies bien el cutis mañana y noche para eliminar los excesos de humedad y grasa de tu piel. Hazlo aunque no te maquilles.
– Productos: procura que sean específicos para pieles grasas, pero no muy agresivos. Evita los productos con alcohol, ya que hacen que la piel se irrite y se reseque.
– Puntos negros y espinillas: si eres propensa a ellos, usa un producto para acné con peróxido de benzoico en baja concentración en las zonas concretas, te ayudará a eliminarlos y mantener los poros limpios. Ayúdate con una mascarilla purificante una vez por semana.
– Extracciones: no conviene “explotar” los granitos, espinillas, etc. Si te das buena maña, dilata el poro con vapor y procede a la extracción suave, siempre con el canto de los dedos envuelto en clínex, nunca lo hagas con las uñas, te dejarás marcas y cicatrices; al terminar, cubre un hielo y pásalo varias veces para cerrar el poro. Te vendría bien, si puedes, acudir a un centro de belleza al menos 2 veces al año para una extracción profunda y posterior cierre con aparatos eléctricos.
Además de estos pasos, acostúmbrate a cambiar la funda de la almohada con bastante frecuencia, ya que acumula suciedad casi imperceptible que provocará más acné e infecciones en tu rostro.