Lucir una preciosa melena larga no es en ningún caso fácil, y es que tenemos que andarnos con mucho cuidado si queremos que los factores externos e internos no hagan perder la belleza natural de nuestro cabello, que a medida que crece se estropea especialmente hacia las puntas (que es el cabello que durante más tiempo nos ha acompañado).
El requisito principal para este tipo de cabellos es mantenerlos hidratados y cuidados para evitar así que se sequen y pierdan salud y el brillo.
Precisamente por ello el lavado es una parte fundamental que debes realizar con cuidado: Utiliza productos para tu tipo de cabello (graso, seco, teñido, etc.) y aplícalo mediante un suave masaje con las yemas de los dedos, manteniéndolo durante unos minutos en el caso del acondicionador o la mascarilla.
Una vez enjuagado debes saber también cómo secarlo, y es que cometemos comúnmente algunos errores como estrujar el cabello con la toalla o frotar la cabeza bruscamente con la misma. Lo mejor es presionar ligeramente con la toalla comenzando por las puntas y hasta la raíz para que se absorba la cantidad de agua.
Déjalo secar al aire tan a menudo como puedas. Si utilizas secador, deja como mínimo que el cabello se seque aunque sea durante un corto periodo de tiempo al aire y después utiliza aire templado, no caliente.
Además de los básicos de belleza para el cabello, es fundamental que utilices otros productos complementarios para hidratar y proteger el cabello como los protectores térmicos para el uso de secador o plancha o los protectores solares para las exposiciones continuas al sol (muy recomendables para su uso diario en verano).
Se recomienda además lavar el pelo no más de tres veces a la semana (excepto los cabellos grasos) y recortar las puntas aproximadamente una vez cada dos meses.