Llega el verano y empezamos a quitarnos la ropita y a darnos cuenta de que no hemos cuidado convenientemente algunas zonas de nuestro cuerpo. El otro día te explicaba cómo lucir unos brazos femeninos en estas fechas, y hoy te hablaré de los cuidados necesarios para mantener un cuello y escote siempre joven.
Con el paso de los años, como sucede con el contorno de los ojos y de los labios, la delicada y finísima piel del cuello muestra el paso del tiempo con una precocidad poco bien recibida, esto se debe a que es una zona que posee menos glándulas sebáceas (que le provocan deshidratación), poco tejido adiposo, y una menor densidad de fibras conjuntivas (por lo que es propenso a la flacidez).
Por ello, es conveniente mimar esa zona a menudo con los mismos tratamientos que le ofrecemos al rostro y mentalizarnos de que, a efectos de cuidados estéticos, la cara no termina en la barbilla, sino en el cuello y la parte superior del escote. De este modo, procederemos a desmaquillarlo a diario y completar esta acción empleando un tónico para equilibrar el PH, y continuar con la utilización de una buena hidratante. El día que uses una mascarilla en el rostro, recuerda completar su aplicación también por el cuello y escote, así como cremas que combatan la flacidez.
Al igual que existen ejercicios faciales contra las arrugas hay uno sencillísimo y rápido que te ayudará a reafirmar la zona de la que hoy te hablo: consiste en abrir mucho la boca e ir diciendo cada vocal durante unos segundos, cerrando la boca entre vocal y vocal. Prueba a hacerlo delante del espejo y verás la cantidad de músculos que mueves con cada una de ellas. Ah, otra cosa importante: coloca la pantalla del ordenador a una altura en la que notes que el cuello está alzado en todo momento.