El día de nuestra boda es uno de los más hermosos y especiales de nuestras vidas, un momento donde la magia y el amor se funden para crear un momento inolvidable junto a tu pareja.
Un día, además, en el que tienes que estar realmente espectacular: tu maquillaje será el responsable final, pero antes de llegar a este punto tienes un largo camino que recorrer… ¿Cómo preparar la piel para que esté radiante en tu día? En Maquilladas te damos algunos buenos consejos.
Es evidente que el primer paso será tomar buenos hábitos varios meses antes de la boda, cuidados que de hecho ya deberías haber llevado a cabo por costumbre en tu día a día: la limpieza y nutrición por la mañana y antes de acostarte es fundamental, para lo que deberás utilizar algunas lociones limpiadoras, tónicos y cremas hidratantes adaptadas a tu tipo de piel.
Un par de meses antes también debes comenzar a preparar una piel de terciopelo gracias a algunas exfoliaciones semanales o quincenales que dejarán tu piel lisa y sedosa tanto a la vista como al tacto.
Unos 20 días antes del día D deberías realizarte una limpieza de cutis en profundidad (mejor si es profesional) con el fin de movilizar y reducir las impurezas que pueden provocar reacciones alérgicas en la piel. También puedes realizar un tratamiento que reduzca visualmente las manchas y pecas para estar perfecta en tu día.
En cuanto al maquillaje, te recomendamos hacer algunas pruebas previas para confirmar que te gusta el resultado así como también que te asegures de que tu esteticien utilizará una de esas ampollas flash que iluminarán el rostro aportando una nueva vitalidad y ayudando además a que tu maquillaje se mantenga durante más tiempo.
Una buena alimentación también es fundamental, aunque no es necesario que sigas una dieta demasiado estricta que te haga bajar mucho de peso puesto que podría traerte problemas con los arreglos del vestido… Mantente en tu peso consumiendo productos saludables que además aporten beneficios a tu piel, es decir: bebe más agua, toma más frutas y verduras y reduce el consumo de fritos y grasas.