A menudo tenemos un comportamiento inmaduro e inconsciente en lo que al cuidado de nuestra piel y muy especialmente de nuestro cutis se refiere, y es que no solamente no lo protegemos lo suficiente de los agentes externos perjudiciales sino que además ni siquiera conocemos sus características y necesidades.
En este sentido resulta fundamental tomar conciencia de cuál es nuestro tipo de piel para poder darle los cuidados que necesita con los mejores productos para ello. Si quieres saber cuáles son las mejores hidratantes para cada caso no pierdas detalle de lo que te contamos, ¡y empieza a tratar a tu piel como se merece!
– Grasa: Se caracteriza por tener excesivos brillos y una fácil aparición de algunas imperfecciones como granos, puntos negros o acné. Sin embargo, lejos de la creencia popular de que cualquier crema solo empeorará el problema, lo cierto es que existen algunas específicas de texturas más ligeras que ayudan a hidratar a la vez que equilibran y minimizan el problema de la grasa en el rostro. Utilízalas diariamente.
– Mixta: Acostumbran a tener problemas de exceso de sebo en la conocida ‘zona T’ de nariz y frente mientras que el resto es de otro tipo (normal o seca, por ejemplo). Las texturas medias en lociones o cremas serán suficiente para regular el problema de la grasa sin olvidar la necesaria hidratación del resto de zonas.
– Normal: Si tienes esta piel eres toda una afortunada, pues muy probablemente mantengas controlada la grasa del cutis de forma natural y puedas lucir una piel más sana y uniforme. Eso sí, para conservarla tan saludable y hermosa es necesario utilizar a diario cremas de todas las texturas así como limpiadores y mascarillas.
– Seca: De apariencia deshidratada, apagada y fácilmente irritable, esta piel es muy sensible y puede requerir muchos más cuidados que las anteriores. Es fundamental utilizar una hidratante para pieles secas como mínimo un par de veces al día y complementarlo con otros cuidados como tónicos o mascarillas.