Las pestañas son uno de los elementos más importantes a la hora de lucir un aspecto más llamativo y saludable, y es que, vayamos o no maquilladas, unas pestañas bonitas resaltarán indudablemente nuestra mirada y el conjunto de nuestro rostro.
Tanto si vas a utilizar rimmel como si prefieres evitar cualquier producto para conseguir un efecto más natural, te recomendamos que añadas un rizador de pestañas a tu neceser de maquillaje.
Se trata de un pequeño utensilio de belleza con un aspecto entre la tijera en su base (por donde es sostenido) y una pinza moduladora que servirá para rizar tus pestañas y darles un aspecto más largo y voluminoso.
Es un proceso nada difícil con el que conseguirás grandes resultados. Para empezar con buen pie, sigue estos consejos y te aseguramos que notarás instantáneamente los resultados.
– Limpia tus pestañas asegurándote de que no queda resto del maquillaje del día anterior y posteriormente hidrátalas y aporta brillo con un producto adecuado, si lo tienes, siempre antes de aplicar la máscara de pestañas (sino podrías romperlas).
– Abre el rizador y, con los ojos abiertos, coloca tus pestañas superiores entre los dos extremos del mismo, empezando por las pestañas más cercanas al lagrimal. Intenta establecer el rizador tan cerca como puedas del párpado, siempre con mucho cuidado puesto que puedes darte un doloroso pellizco si no lo haces bien.
– Cierra poco a poco el rizador sobre las pestañas superiores y presiona ligeramente con él.
– El tiempo estimado de presión pueden ser unos diez segundos, pudiendo repetir la acción si fuese necesario.
No debes intentar alargar todas las pestañas de una sola vez, sino hacerlo en diferentes partes: puedes empezar por la zona del lagrimal e ir evolucionando hacia los extremos. Verás como de esta manera consigues mejores resultados.
El rizador es un complemento perfecto para reforzar el efecto volumen de la máscara de pestañas para dar potencia e intensidad a tu mirada, aunque puede resultar perjudicial para éstas si no sabes utilizarlo adecuadamente. Tómate tu tiempo las primeras veces, verás como en unos días ya le habrás cogido el truco.