Desmaquillarse es una tarea relativamente sencilla y toda persona puede hacerla sin complicación alguna. Pero hay partes del maquillaje que sí que cuestan trabajo remover por completo. Una de ellas es el rímel. ¿A quién no le ha pasado que tras una noche con el rímel puesto, llega a casa y nota que sus pestañas están cada vez más tirantes e intenta quitarse sin éxito el maquillaje, pero éste permanece como pegado? Es una sensación muy habitual. Te damos unos consejos para que te quites el rímel.
Lo más probable es que hasta ahora hayas probado solo a quitarte el rímel con agua. De hecho, para conseguir eliminar los restos de pintura de los ojos por completo, éste ha de ser el primer paso que tienes que dar. Cuando llegues a casa, ve al cuarto de baño y lávate la cara, especialmente los ojos, con abundante agua. Repite este procedimiento al menos tres veces. Esto debería bastar para quitar el exceso de pintura de los ojos y de las pestañas. Si bien, todo depende de la cantidad de rímel que te hayas puesto, si es demasiada, lávate más veces la cara.
Limpiarse con toallitas y champú
A continuación, coge una toallita de las que usas habitualmente para limpiarte el maquillaje facial. De momento no le pongas nada de producto encima. Como todavía llevarás la cara mojada, solo tienes que pasar la toallita por los ojos varias veces para ir quitando poco a poco el rímel. Hazlo muy suavemente para no dañar las pestañas.
Después de haberte limpiado con una toallita, coge un poco de champú del pelo para bebés y frótate los ojos con él.Al ser para bebés es mucho más suave que el producto que usas a diario cuando te metes en la ducha. Lávate con el champú durante unos treinta segundos y después enjuágate la cara nuevamente.
Y, por último, usa toallitas húmedas para la cara para terminar de quitarte todo el rímel.