¿Nuestro propósito de hoy en Maquilladas? Cuidar de nuestro cuello con los consejos adecuados y también con algunos sencillos ejercicios que te ayudarán a preservar su belleza.
Jerséis de cuello alto en invierno, escotes pronunciados en verano, cremas hidratantes y buenos hábitos para un cuello suave e hidratado. No te olvides de esta parte de tu cuerpo, de la que solamente nos preocupamos cuando se acerca el buen tiempo y queremos presumir de bronceado. Antes de hacerlo, hay unas cuantas cosas que debes tener en cuenta.
Hidratación y protección solar
En pleno invierno, los jerséis de cuello alto, los pañuelos y las bufandas no deben faltar en tu fondo de armario. No pongas un pie en la calle sin antes proteger esta delicada parte de tu cuerpo, porque la piel del cuello es especialmente delicada al frío. Y por supuesto, también para proteger tu salud frente al virus de la gripe.
La hidratación es fundamental en nuestro cuidado de belleza diario y en cualquier época del año, pero especialmente durante los meses más fríos del año. Las bajas temperaturas causan estragos en nuestra piel y por eso debemos extremar la hidratación de las partes más sensibles del cuerpo.
Pero otro cuidado muy importante a lo largo del año, especialmente durante el verano con la llegada de la temporada de playa, es el protector solar. Escoge uno que se adapte a las características y al tono de tu piel.
Cosméticos anti-edad
No olvides tampoco que existen cosméticos y tratamientos específicos para esta parte de tu cuerpo. Productos de belleza con los que conseguirás reducir las arrugas y las líneas de expresión, así como recuperar la firmeza de tu piel.
Ejercicios para los músculos del cuello
En este sentido, un buen ejercicio para recuperar la firmeza de tu cuello consiste en forzar tu sonrisa hasta que notes los músculos del cuello contraerse.
Y prueba también con esta postura: apoya los glúteos sobre tus talones y coloca las rodillas sobre el suelo, a continuación inclínate hacia delante estirando los brazos al máximo hasta el rostro toque el suelo, estirando así los músculos del cuello. Repite ese paso varias veces, inspirando al subir y soltando el aire al descender.