Existen diversas tendencias de maquillaje que pueden inspirarte en tus looks diarios o en los estilismos de fiesta. Algunas propuestas son más difíciles de recrear que otras. En este artículo, te proponemos una inspiración muy sencilla que triunfa en mujeres de diferentes edades. El maquillaje monocromático es aquel que utiliza un hilo conductor para dar uniformidad al rostro. Es decir, es ideal para enmarcar las zonas más expresivas con un mismo tono. De este modo, la mirada y la sonrisa se alinean perfectamente.
Colores para un maquillaje monocromático
La clave de este tipo de maquillaje reside en seleccionar de forma intencional un tono que luzca perfectamente en los ojos y en los labios. Los tonos rosados aportan la máxima naturalidad y, en consecuencia, se adaptan perfectamente a los estilismos del día a día. Incluso, combinan con los looks de oficina. Por otra parte, el dorado imprime un extra de sofisticación al maquillaje. Por ello, puede ser una apuesta segura en un evento. Los tonos pastel son suaves, románticos y delicados.
¿Cómo puedes identificar ese tono que actúa como un hilo conductor del maquillaje y que realza tus facciones? Hay varios aspectos que puedes considerar antes de seleccionar un acabado principal. En primer lugar, las características específicas de tu piel. Es decir, elige una propuesta con la que te sientas muy cómoda y favorecida. Por otra parte, alinea el tono elegido con el estilismo.
Tonos más vivos y arriesgados para los looks de noche
La creatividad es prácticamente infinita en el mundo del maquillaje. Y la tendencia que comentamos es un ejemplo de ello puesto que también se nutre con la perspectiva de otros colores más llamativos como el azul o los tonos verdes. Los tonos más llamativos e intensos se alinean con los looks de noche. Ten en cuenta que cada color te permite jugar con diferentes acabados, matices y niveles de intensidad.