Qué poquito queda para ese gran día… Después de tanto tiempo planeándolo todo, sólo falta algo que a las mujeres nos encanta para el día de la boda: maquillaje y peinado perfecto. Para conseguirlo, es fundamental que acudas a profesionales que, preferiblemente, ya te conozcan. La confianza con tus estilistas es importantísima para que ese día tan especial sepan resaltar toda tu belleza pero sin negar tu personalidad.
Para una mujer, se supone, el día de su boda es cuando más guapa está, y esto no siempre se cumple, os lo aseguro. Peinados muy enseñorados, maquillajes muy duros… no tienes que disfrazarte, sólo ser tú. Ya sé que el gran secreto es el vestido de novia, pero te aseguro que te ayudará un montón si le enseñas una foto a tu peluquero o le explicas al detalle elementos básicos. La persona que te arregla tiene que saber si llevas cuello alto o barco, si vas con un estilo barroco o romántico… todos estos datos son fundamentales para lograr un conjunto armónico.
Da ideas, al fin y al cabo es tu día, pero también deja que te asesoren. Si tienes el pelo largo y lo sueles llevar suelto, no tienes porque ir de moño forzosamente, hay semi-recogidos ideales y también puedes ir con tu melena un poco adornada. En cambio, si tu pelo es corto o media melenita, puedes ondularlo un poco, poner una diadema o tiara; no tienes porque optar por unas extensiones, volvemos a aquello de que anularían tu personalidad.
En cuanto al maquillaje, la base está en no emplear brillos, no quedan nada bien en el álbum de recuerdo, mejor sombras mate, salen mucho mejor en las fotos. Cuida la piel con antelación: depilarse, exfoliarse y, sobretodo, usar un autobronceador, siempre con varios días de adelanto, para comprobar que te va bien el tono y que no te deja manchas. Disfruta de tu día y que sea el primero de una vida feliz.