Castigados, ocultos durante meses y eternos olvidados, los pies son una de las partes del cuerpo a la que la mayoría apenas prestamos atención.
Y sin embargo, cuando se acerca el momento de volver a lucir esas sandalias que tanto nos gustan todas perdemos los nervios intentando conseguir unos pies preciosos de la noche a la mañana.
Si quieres comenzar a prepararlos para la primavera no esperes más y ponte manos a la obra con este proceso de pedicura casera para embellecer tus pies en menos de una hora.
Para empezar elimina cualquier rastro de esmalte de uñas que tuvieses de una anterior pedicura y sumerge tus pies en un barreño con agua templada (o caliente) con un poco de aceite esencial durante aproximadamente 10 minutos para que las durezas de la piel se ablanden.
Seca los pies y toma los enseres de pedicura necesarios para eliminar las durezas (piedra pómez, pulidores o cuchillas especiales en algunos casos). Una vez hayas acabado utiliza alguna crema exfoliante para suavizar tus pies y cremas nutritivas para devolverles la hidratación; mantén tus pies en alto hasta que el producto se seque (unos diez minutos) y luego lávalos, acláralos y sécalos bien.
El aceite es un recurso ideal para mejorar el estado de las cutículas: Aplica un poquito sobre un pincel, masajea con suavidad y luego aclara.
A pesar de la creencia de que las uñas de los pies solo pueden cortarse con el cortaúñas, lo cierto es que lo mejor es limarlas para conseguir las formas que más te gusten eliminando cualquier forma no deseada o imperfección.
Una vez acabado este proceso para refrescarlos dales el toque más estético con un esmalte de uñas y un esmalte transparente para dar a tu pedicura un poco más de brillo y duración.
Este es un buen proceso para poner tus pies a punto, pero no debes olvidar que cuidar tus pies una sola vez no bastará para lucirlos bonitos y cuidados: Un mantenimiento frecuente será la clave para mantenerlos perfectos.