En general, solemos darle mucha importancia al tipo de crema que escogemos para el rostro (cutis graso, seco, mixto…). Sin embargo, no siempre prestamos la misma atención a la forma de aplicarla, a pesar de que dependiendo de cómo se haga, se puede potenciar y hasta multiplicar la acción de tus cosméticos. Y todo ella gracias a tus mágicas manos.
Lo que queremos decir con esto es que por más buena y cara que sea una crema, no hará el mismo efecto si no la aplicamos de la manera adecuada. Así, los rituales de belleza con los que aplicas la crema son esenciales para mantener la piel sana y en perfecto estado. Por eso, son muchas las marcas que proponen su propia manera de aplicar el producto en forma de masajes. Aunque muchas no lo crean, los masajes bien hechos resultan de lo más eficaces. ¿Quieres saber cómo se deben aplicar, habitualmente, las cremas antiarrugas? ¡A continuación te lo explicamos!
Ya sabemos que no disponemos del tiempo suficiente y que, en ocasiones, ponernos a hacernos masajitos da muchísima pereza. Sin embargo, es imprescindible realizarlos a diario o, al menos, semanalmente, para conseguir los resultados adecuados.
Para que sacar partido a la crema, lo ideal es intentar que el producto penetre del todo. Para conseguirlo, re recomendamos utilizar el dedo índice y corazón de una mano para estirar las zonas de más arrugas, como el contorno de los ojos, el entrecejo, la frente, los surcos nasogenianos, el cuello y el escote. Al mismo tiempo, con el dedo índice de la otra deberás hacer un suave masaje circular en el área abierta.
A continuación, tendrás que aplicar el producto escogido mediante suaves toquecitos y, para finalizar, usa los dedos índice y corazón de las dos manos para hacer movimientos ascendentes. Lo más recomendable es que estos movimientos sean siempre hacia arriba y hacia fuera del rostro. Así, conseguirás un efecto lifting.