Es normal mirarse al espejo y encontrarse miles de defectos. ¡Nos pasa a todas las mujeres! Eso sí, con un poquito de maquillaje, un buen peinado y unos cuantos truquitos, las pequeñas imperfecciones se pueden disimular. Lo mejor sería que nos aceptáramos a nosotras mismas tal y como somos pero, en ocasiones, los complejos son tan grandes que no queda más remedio que recurrir a la cirugía.
La rinoplastia o cirugía para dar nueva forma a la nariz, es uno de los procedimientos más comunes de la cirugía plástica entre las mujeres. Ésta puede reducir o incrementar el tamaño de la nariz, cambiar la forma de la punta de la nariz o del puente, agudizar la abertura de los orificios nasales o cambiar el ángulo entre la nariz y el labio superior, además de corregir un defecto de nacimiento o una lesión y ayudar a mejorar problemas de la respiración. Hasta ahora, el procedimiento era un poco aparatoso. Sin embargo, ya podemos decir adiós a las incisiones, cicatrices y vendajes gracias a las suturas biológicas. ¿Quieres saber de qué se trata?
Una operación más sencilla y económica
Se trata de una novedosa técnica, a base de componentes naturales, que hace más sencilla y económica la cirugía funcional nasal, evitando en muchos casos costosas intervenciones. Según los expertos, las suturas biológicas tienen una aplicación insustituible en mejorar extraordinariamente la respiración nasal. La intervención solo dura unos 15 minutos y no hace falta ni hospitalización ni anestesia general, solo local.
Sin marcas
Sin duda, lo mejor de todo es la recuperación. Entre 12 y 24 horas después, el paciente puede incorporarse a su actividad natural sin ningún signo externo que detecte la intervención.
Productos reabsorbibles
Los productos biológicos que componen estas suturas son totalmente reabsorbibles. De hecho, en un plazo medio de un año se convierten de forma natural en colágeno, un componente imprescindible para la elasticidad de la piel.