El cabello suele ensuciarse cuando acumula polvo, hollín, partículas diversas o células muertas que se desprenden del cuero cabelludo. Por este motivo, debemos lavárnoslo frecuentemente, ya que si no, podrían llegar a producirse hasta infecciones.
En ocasiones, por muchos cuidados y por más que lavemos el cabello, éste tiene un aspecto grasoso o pastosos. Por otro lado, hay personas que por lo general tienden a tener siempre el pelo en estas condiciones. Esto sucede porque las glándulas del cuero cabelludo están produciendo una cantidad excesiva de sebo. Sin embargo, existen muchos factores que influyen en esto, que te explicamos a continuación.
Puede producirse una sobreproducción de sebo por culpa de un lavado inadecuado. El exceso de champú o el uso de productos muy fuertes o irritantes pueden agredir el cuero cabelludo, afectando al pH de la piel y estimulando la secreción de las glándulas sebáceas. Por desgracia, también influyen los factores genéticos. Por tanto, si alguno de tus progenitores tiene este problema, probablemente lo sufrirás tú también.
Por otro lado, también algunos medicamentos como las píldoras anticonceptivas pueden producir pelo graso. De la misma manera, durante el periodo de la pubertad las glándulas sebáceas tienen una mayor producción y esto se evidencia con la presencia de acné y cabello graso. Algo similar ocurre durante el embarazo, cuando los cambios hormonales también aumentan la producción sebácea. Otra de las causas del cabello graso es tener un cabello muy fino o lacio, ya que no llega a utilizar toda esta grasitud natural y el exceso se deposita en su superficie.
Hay que tener especial atención con este tema, ya que todos los excesos son contraproducentes. Por tanto, es conveniente que adecues los cuidados del cabello: si es graso lo deberás lavar más a menudo con un producto suave y utilizar un acondicionador o crema enjuague liviana y solamente en las puntas, evitando el cráneo para no generar más grasitud.