Yo diría que sí. Esto es una opinión totalmente personal y que para mí constituye una de las bases de todo truco de belleza. Siempre destaco la importancia de limpiar el cutis a diario y aportarle los niveles de hidratación que cada tipo de piel necesita. Además, conviene exfoliarse el rostro un mínimo de una vez al mes, algo que no hacen todas las mujeres y mucho menos en verano, por miedo a perder el bronceado.
Cierto es que una exfoliación, por suave que sea siempre va a eliminar la capa más superficial del cutis y que esta capa es la que ha cogido el tonito que estábamos buscando. Pero también es verdad que prescindir de este hábito durante los meses de baño solar contribuirá a una aceleración importante del envejecimiento prematuro de la piel. Por lo que, puestos ambos conceptos en una balanza, parece que la idea de presumir de piel joven por más tiempo tiene más peso.
También es conveniente que sepas que existen diferentes tipos de productos exfoliantes. Cuando hablamos de exfoliar la piel y así prepararla de cara al verano, nos estamos refiriendo a ingredientes más agresivos y texturas más granuladas, que casi te ofrecen el mismo resultado que un peeling. Esto mismo ocurre cuando recordamos que después del verano conviene exfoliarse profundamente para eliminar las células muertas e igualar el tono de piel. Puedes hacer este tipo de exfoliación en esos dos cambios de estación tan marcados, y después continuar con tratamientos más suaves.
Hay productos de limpieza diaria que te ayudarán a mantener la piel libre de poros obstruidos, así como también hay cremas que ejercen una ligera acción exfoliante. Lejos de lo que puedas imaginar, este tipo de productos contribuirán a que muestres un tono más unificado, ya que el sol no coge igual en todas las partes del rostro, concentrándose de más en algunas zonas y dando la antiestética sensación de manchas. Por todo ello, yo sí que te invito a que mantengas durante el verano los mismos hábitos de limpieza que en invierno.