Existen infinidad de cosméticos que nos ayudan a tener un cutis perfecto. Algunos nos permiten disimular los errores del rostro y otros resaltan nuestros puntos fuertes. El iluminador es uno de esos productos de maquillaje que nos ayuda a conseguir un resultado espectacular.
Es uno de los productos que ha llegado más tarde al mundo del maquillaje pero actualmente es imprescindible para cualquier maquillador. Si sabes utilizarlo, podrás conseguir que la luz refleje en tu cara de una manera increíble. ¡Conócelos más en profundidad a continuación!
Iluminación vía lápiz o polvo
El iluminador, como indica su nombre, se encarga de iluminar algunas zonas de la piel del rostro, aportando luz al maquillaje. Una de las principales características que debe tener este producto es que tenga una tonalidad sutil. Podemos encontrarlo en diferentes colores: plateado, dorado, rosado o salmón.
Podemos encontrar el iluminador en dos formatos diferentes: en lápiz o en polvo. Debes escoger entre uno u otro dependiendo de la técnica de maquillaje que se te dé mejor.
A la hora de decidir las zonas dónde aplicar el iluminador, tendrás que observar qué partes del rostro necesitan ser iluminadas. Lo mejor es hacerlo en las zonas más sombreadas del rostro, como en la parte superior de las mejillas, las aletas de la nariz, el mentón, los ojos y la frente, entre otras partes.
Si al final notas que tienes mucho brillo en el rostro, coge una esponjita y bórralo, pero no lo hagas nunca con los dedos, ya que se marcará esa zona aún más.
Como es un producto que hay que saber aplicarlo para que quede realmente bien, si no tienes mucha experiencia, lo ideal es que lo uses en pequeñas cantidades y en sitios clave para evitar un desastre en el resultado final de maquillaje.