Enmarcar nuestros ojos en negro para darles intensidad es una de las técnicas más utilizadas por muchas mujeres para conseguir una mirada de infarto. Aunque hasta hace unos años nos conformábamos con el lápiz de ojos o el eye liner, habiendo conocido el kohl ya no encontramos ningún otro producto que nos ofrezca un resultado similar.
En realidad, el kohl es un cosmético de reciente comercialización como cosmético a nivel industrial a pesar de ser un producto ancestral utilizado por muchísimas culturas desde hace miles de años. Sin embargo, de las muchas aplicaciones que se habían hecho del kohl hasta ahora solo perdura en la cultura occidental la estética, un mundo en el que se ha hecho realmente popular.
El kohl es un polvo negro de sulfuro de antimonio que puede comprarse en dos formas: la más natural suele venir en una cajita acompañada por un palillo aplicador y un pequeño compartimento para mezclar, aunque la versión más moderna y utilizada es el lápiz perfilador de kohl.
Para aplicarlo debes haber maquillado ya todo tu rostro a excepción de las pestañas, pues el kohl debe ir ya sobre las bases y las sombras de ojos. Ahora estira tu ojo por el extremo exterior y traza una línea desde el lagrimal hacia afuera estirando la punta hacia arriba unos milímetros antes de llegar al rabillo del ojo para crear el efecto de los ‘ojos de gato’. También puedes aplicarlo difuminado sobre las pestañas inferiores.
Aunque ya en sí se caracteriza por dejar un aspecto mate no demasiado definido (un efecto bastante distinto al eye liner, para que nos entendamos), puedes difuminarlo más con un pincel para conseguir el efecto deseado.
Si pruebas a aplicarlo con la técnica de los ojos ahumados conseguirás resultados espectaculares.