La sensualidad es un arma de seducción que cada mujer debe saber cómo y cuándo emplear, y que nunca debe ser confundido con el aspecto físico que cada una tenga, puesto que hay mujeres guapísimas que no transmiten absolutamente nada, así como otras con rasgos más imperfectos consiguen ser completamente cautivadoras, por lo que podríamos decir que, en gran parte, resultar más o menos sexy es una actitud.
En cuanto al arreglo personal, yo soy partidaria de la insinuación en todos los ámbitos, tanto en el vestuario como en el peinado y el maquillaje, ya que un excesivo intento por resultar muy atractiva puede dar como resultado el efecto totalmente opuesto, convirtiendo nuestro aspecto en algo burdo y chabacano que pueda dar lugar, incluso, a malas interpretaciones.
En mi opinión, una mujer morena tiene muchas posibilidades de resultar altamente atractiva con unos ojos perfectamente perfilados en negro y una barra extremadamente roja, en contra de la fama de espectaculares que tienen las rubias, que sí que es verdad que llaman mucho la atención pero también suelen tener un atractivo más angelical, y no siempre es lo que pretenden.
Para que una mujer rubia pueda maquillarse de un modo sexy y poder disfrutar de la pasión a la que incitan unos labios rojos, debe decantarse por hacer de ellos el único punto de seducción, consiguiendo una armonía total y absoluta en el resto de sus facciones. De este modo, su cara no se mostrará para nada recargada, aunque sí que es imprescindible que vaya totalmente maquillada.
Es muy importante acompañar un labio rojo de una técnica de maquillaje muy completa en los ojos, sólo que en este caso se recomienda olvidarse de los negros y jugar con la paleta de los marrones y ocres ya que pueden ofrecer muchas posibilidades desde el crema más discreto hasta el chocolate más profundo, tonos éstos con los que también aplicarás ese favorecedor toque de rubor.