La fecha de caducidad de los cosméticos


Posiblemente seas una más de la larguísima lista de mujeres que guardan los cosméticos durante meses y meses (por no decir años y años) esperando a que llegue el mágico día en que tendrán su protagonismo.

Sin embargo, tirar aquellos productos que llevan demasiado tiempo en nuestro neceser es necesario, pues pueden haber caducado y perjudicar a nuestra rostro. Plantéate si valoras más el dinero que costaron algunos de estos productos o la salud de tu piel, seguro que encuentras la respuesta.

Se calcula que los cosméticos tienen unos 36 meses de vida desde su fabricación gracias a los conservadores, antioxidantes, bactericidas y fungicidas que contienen; sin embargo, una vez abiertos y en contacto con el aire los productos comienzan automáticamente a deteriorarse, por lo que su tiempo de vida será menor.

Pero cada producto tiene su propia fecha de caducidad: en maquillajes generalmente se calcula a partir de un año dese su apertura y unos tres años si no se ha abierto, mientras que en las cremas la duración es de aproximadamente un año.

Sin embargo, en estas últimas existe un mayor riesgo de contaminación a causa de los gérmenes que entran en el producto por el contacto directo con las manos (que traspasan inevitablemente gérmenes), por lo que lo ideal sería que tomaras el producto con una pequeña espátula o con las manos bien limpias y luego lo esparcieras por el rostro con los dedos.

Las sombras en polvo y los polvos compactos suelen durar entre tres y cinco años si no son abiertos, aunque podrás determinar su estado si percibes un cambio en su color.

Otros productos bastante duraderos también son las barras y los perfiladores de labios, que en buenas condiciones pueden durar hasta tres años.

Entre los menos duraderos encontramos los labiales, las sombras en crema y las máscaras de pestañas. Las dos primeras pueden llegar a durar un par de años sin abrir, pero una vez utilizados deberemos deshacernos de ellos a los seis meses. No hace falta hablar del rimmel, pues tu misma notarás los efectos cuando éste se encuentre totalmente reseco.

Recuerda que un producto en mal estado puede crear irritaciones como enrojecimientos, ampollas e incluso fuertes reacciones alérgicas en las pieles más sensibles, por lo que es imprescindible que lleves un control de cada uno de tus productos.

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