El eyeliner es un cosmético que tiene muchas utilidades. En general, siempre es conocido por el trazo al ras de las pestañas en el que la variante es hacer o no el rabillo. Sin embargo, es muy útil para diferentes tipos de maquillajes con el fin de ensalzar el ojo. Además, en muchas ocasiones, se luce de una manera prácticamente imperceptible. Aquí te contamos algunos trucos de maquillaje para que le saques el máximo partido.
Sofisticado
El eyeliner permite lucir maquillaje en los ojos que sea sofisticado. En este caso, la mejor opción es emplear aquellos que son metalizados en combinación con sombras de ojos con este mismo acabado.
Es una fórmula que favorece mucho en verano, además de estar especialmente indicada para las pieles claras porque ese acabado irisado proporciona luz inmediata. Además, en las pieles oscuras, cuando están bronceadas, acentúan ese tono.
Los colores de eyeliner y de sombras a elegir son los bronce y champagne para las mujeres con cabello rubio o castaños claros, mientras que en las morenas sientan mejor los tonos más fríos como los plateados.
Para que el eyeliner metalizado quede bien, tiene que aplicarse al ras de las pestañas. Además, también se recomienda su aplicación al ras de las pestañas de abajo, teniendo que ser este trazo muchísimo más fino que el de las pestañas superiores.
Invisible
El eyeliner igualmente puede utilizarse con un delineado invisible, que se conoce como Tightling. Esta técnica consiste en que no se nota que se lleva, pero sí se percibe que la persona tiene unas pestañas mucho más espesas y destacadas.
Este es el efecto que se consigue con este trazo, que debe hacerse con eyeliner negro. En su aplicación se debe tener especial cuidado para que no se note, realizándose un trazo que se hace desde arriba y por dentro de las pestañas superiores.
Luego, hay que incidir bastante con la máscara de pestañas, sobre todo, en las más externas para que se vea el ojo almendrado y las pestañas parezcan un abanico.
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