Seguro que ha habido veces en las que te han dicho: «¡pero qué cara de dormida tienes hoy!» Ya sea porque has pasado la noche en vela por el calor, no has dormido bien porque te dolía una muela o porque la cena se alargó más de lo previsto, todas alguna vez hemos amanecido con un rastro de falta de sueño en nuestro rostro. Para disimularlo te propongo una serie de trucos que te ayudarán a lucir un aspecto aparentemente más descansado. Aunque por dentro nos sintamos agotadas…
Un pequeño masaje
Para combatir la inflamación del rostro debido a la acumulación de líquidos en la piel puedes hacer un suave masaje con movimientos de dentro hacia afuera. Hazlo en la cara y en el cuello.
Agua fría
Si te animas, lo mejor es que te des una ducha fría. Activará la circulación del cuerpo y tonificará tu rostro. Si no eres muy amiga de este tipo de despertares heladores, puede bastar con lavarte la cara con agua fría. Es más. Ayúdate de cubitos de hielo para enfriarla al máximo; estimularás mucho mejor la circulación y tonificarás la piel, haciendo descender la inflamación que haya podido aparecer durante la noche en las bolsas de los ojos, por ejemplo. También te cerrará los poros y tu cutis estará más unificado.
El maquillaje
Para disimular tus ojos agotados delinea el párpado inferior con un tono neutro. Riza tus pestañas para que tu mirada se abra y aplica corrector para eliminar las ojeras. Un toque de colirio hará que tus ojos brillen. Completa el ritual con un poco de rubor en tus mejillas; en color rosa quedará muy bien porque te dará un aspecto natural y fresco. Si tu piel está muy pálida puedes darte un toque de iluminador o de polvos bronceadores. Conseguirás subir el tono de tu rostro y tu aspecto mejorará al momento.