Llega el verano. Pasamos mucho tiempo al sol, en la playa o en la piscina, y nos gusta lucir bronceadas. Es fundamental hacerlo con mucho cuidado y siempre protegidas, nada de estar horas y horas bajo los rayos; todo eso puede traer consecuencias negativas para la salud de nuestra piel y debemos ser precavidas.
Empieza poco a poco, exponiéndote pocos minutos, y añade alguno más conforme pasan los días. Verás como al final consigues estar morena, como a ti más te gusta. Es mejor que tomes el sol poco rato pero con constancia, todos los días, que pegarte horas y horas solamente durante un día o dos. Repasamos más consejos para lograr un bronceado perfecto.
La piel debe estar preparada
Es importante que prepares tu piel antes de exponerla al sol. Es bueno que exfolies tu cuerpo y lo hidrates, para que se encuentre sana y fuerte para recibir el efecto de los rayos solares.
La protección
Sobra decir que debes ponerte crema protectora cuando vayas a tomar el sol. Conseguirás el bronceado deseado igualmente, y lo harás de una manera segura, evitando quemaduras y complicaciones a largo plazo. Aplica el protector una media hora antes de la exposición y reponlo cada dos horas, sobre todo si te has bañado. Cuando termines, aplica crema hidratante y reparadora.
La alimentación
Para que tu bronceado esté muy bonito y dure más tiempo, es bueno que incorpores a tu dieta alimentos ricos en vitaminas B o E, ya que evitan la deshidratación y protegen la piel y harán que tu moreno será más duradero. También son buenos los que llevan caroteno, como el tomate o la zanahoria, y alfacaroteno, como el brócoli o el maíz, que mejoran la pigmentación de la piel. Recuerda que debes estar permanentemente hidratada, tanto por dentro ingiriendo agua y líquidos, como por fuera con los productos adecuados para ello.