Lo hacemos todos los días pero a veces no somos conscientes de que el hecho tan rutinario de maquillarnos los ojos nos puede traer alguna complicación. Por eso, hoy vamos a ver algunos consejos para que lo hagas con todas las garantías de higiene y seguridad y evitar, de esta forma, que tus ojos puedan tener algún problema debido al uso de estos productos. Es muy sencillo, pero hay que saberlo…
Evitar bacterias
Si guardas el maquillaje en algún lugar caluroso como la guantera del coche o el bolso, sobre todo en verano, puedes favorecer la aparición de bacterias. También si te maquillas con las manos sucias, por lo que es importante que te las laves cuando vayas a aplicar tu máscara de pestañas, delineador o sombras. Y las brochas y pinceles, siempre limpios para evitar que toda la suciedad que se acumula en ellos llegue hasta tus ojos.
No compartas el maquillaje
Esto es habitual cuando sales con tus amigas y os maquilláis todas juntas en una casa, pero esto solo puede favorecer que las posibles bacterias puedan campar a sus anchas.
Productos en mal estado
Por otro lado, es recomendable cambiar el rímel cada seis meses. No lo utilices caducado pues, además de que saldrán grumos y las pestañas lucirán apelmazadas, los ojos se pueden irritar, bien porque el producto no está en buen estado o porque uno de esos grupos te entre en el ojo y te cause alguna complicación.
¿Dónde y cuándo no debes maquillarte?
Es importante que no te maquilles si tienes conjuntivitis, ya que esta infección se puede empeorar con el uso de productos cosméticos. Tampoco lo hagas si vas dentro del coche, puesto que con el movimiento del mismo puedes tener algún desagradable percance con tu aplicador, brocha o pincel.