Cosméticos imprescindibles para el verano


Hace unos años saltó al mundo de la cosmética el aloe vera, y su gran acogida entre el público no ha hecho más que respaldar la fuerza con la que se presentó ante todos nosotros. Su historia se remonta ya a 30 años, cuando científicos de los Estados Unidos, Argentina y España se volcaron en investigar sus propiedades terapéuticas, nutritivas e inmunológicas.

En relación a la piel y las mucosas, destacan sus propiedades de cicatrización y regeneración celular, aparte del grandísimo efecto calmante ante el dolor que pueden causarte, por ejemplo, las quemaduras. El gel de Aloe Vera, aplicado directamente en la piel, favorece su humectación, penetra en la dermis e inhibe la formación de las placas psoriásicas, de modo que puede reducirse de manera significativa la duración de los brotes.

También previene el fotoenvejecimiento prematuro, restablece el equilibrio entre los cambios degenerativos regenerativos y estimula la síntesis de colágeno y de las fibras de elastina de la piel. Incrementa el contenido de colágeno soluble e inhibe los enzimas responsables de la formación y acumulación de melanina en la piel, que darían lugar a la aparición de manchas o zonas de hiperpigmentación. Conocer todos estos datos me ayudó a comprender el por qué científico de los efectos tan beneficiosos que en mí causó cuando lo probé.

Me quemé en la playa (mal, lo sé) y fui a una farmacia a por un after-sun, me ofrecieron un gel verde semitransparente con dosificador, lo probé allí mismo y no pregunté ni el precio. Me calmó al momento y resulta que no es caro. Desde entonces lo uso después de cada jornada de sol, aunque no me queme, y por supuesto, después de cada depilación facial y corporal. Me animé a probar la crema hidratante, que ronda los 6€, y estoy encantada con ella. Cómoda todo el día y sin brillos ni grasa. Recomendable todo el año, imprescindible en verano.

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