Verdades y mentiras sobre la mascarilla


¿Tu melena está opaca o sin brillo? ¿La notas seca y con las puntas abiertas? Pues no hay más que hablar: tienes un cabello maltratado. Esto puede deberse a diversas causas (uso excesivo de tintes y tratamientos decolorantes, el sol, uso constante del secador y la plancha, cepillarse el cabello húmedo…), pero sea cual sea el motivo, una de las mejores formas de tratar el cabello dañado es a base de mascarillas y tratamientos capilares.

Sin embargo, para sacar el máximo provecho de este tipo de cosméticos es necesario que olvides todos los prejuicios de los que has oído hablar en muchas ocasiones. Para echarte una mano, a continuación vamos a contarte las verdades y las mentiras sobre la mascarilla. ¿Estás preparada?

Verdades

En primer lugar queremos hablarte de las afirmaciones sobre la mascarilla que sí son ciertas. Por ejemplo, es verdad que es mejor aplicarse el producto sobre los semilargos y las puntas, ya que en las raíces tiende a apelmazar el cabello. Además, la mascarilla suele aplicarse sobre las partes más frágiles, que precisamente son los semilargos y las puntas.


Otra afirmación cierta es que debes peinarte tras aplicar la mascarilla, sobre todo porque de esta manera el producto se reparte de manera uniforme. Con un peine de dientes grandes será suficiente, ya que con uno de dientes finos puedes correr el riesgo de quitar el producto. Además, también es cierto que las mascarillas no son el mejor aliado de los cabellos finos.

Mentiras

Por el contrario, nunca se te debe ocurrir dejar la mascarilla reposando toda la noche. Si verdaderamente quieres optimizar el resultado de tu mascarilla, solo tendrás que dejarla reposar unos 10 minutos.

Otra de las mentiras que se cuentan sobre la mascarilla es que debe aplicarse tras cada lavado. Aunque el efecto del producto no dura más que el de un lavado, no es necesario ponerse este cosmético en cada ocasión.

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