Muchas veces se piensa que la base de maquillaje es el único método efectivo para que el rostro de una mujer se vea más moreno. Y en ocasiones se utiliza este producto erróneamente, sobre todo porque existen otros como los autobronceadores que cumplen mejor dicha función. La mayoría de los maquilladores prefieren hacer milagros con los bronceadores. Con ellos puedes quitarte unos cuantos años de encima, refinar el rostro o salvar un escote demasiado blanco.
El problema reside en que la mayoría de las mujeres rechazan usar productos bronceadores por el temor a caer en el error y conseguir un resultado desfavorable. Un error muy común es elegir un color muy oscuro para tu tono de piel. Esto lo único que conseguirá será darte un aspecto sucio. Opta por una base de color durazno si tu piel es muy blanca y un subtono marrón si eres más bien morenita.
Hidratar muy bien la piel
Una de las ventajas de los autobronceadores es que se pueden utilizar durante todo el año. No importa que sea invierno y ya se te haya caído todo el moreno que cogiste en la playa, puedes usar estos productos y conservar un tono marrón durante todo el año. Eso sí, si eres una asidua a estos productos, procura hidratar muy bien tu piel todos los días.
A la hora de comprar un autobronceador, fíjate en que existen de dos tipos. Unos que son coloreados y otros sin color. Los más fáciles de poner son los coloreados, ya que te permite controlar muy bien cómo se extiende el producto por tu piel y ver si lo estás repartiendo uniformemente o no.
Además, ¿sabías que puedes tomar el sol con ellos? Sí. Hay algunos tipos de autobronceadores que poseen protección solar, con lo cual puedes ir a la playa ya morenita, aunque no sea un moreno natural y volver a casa con el color de piel que deseas tener.