‘Back to black’: No es casualidad que durante los últimos meses hayamos oído en más de una ocasión esta expresión, y es que el estilo oscuro que arrasó el pasado otoño e invierno se mantiene incluso ahora, cuando algunas ya estamos pensando en los looks más primaverales.
Hasta hace poco tiempo el uso de los tonos más oscuros de los cosméticos estaba visto como un estilo alternativo destinado solamente a las chicas más góticas o rockeras. Hoy en día se ha convertido en una de las últimas tendencias, especialmente para las ocasiones nocturnas…
¿Quieres saber cómo utilizarlos sin aparentar un look demasiado gótico? Aquí te damos algunas de las claves.
La primera regla es buscar la discreción sin exagerar demasiado con los tonos que utilizamos. Escoge un maquillaje muy natural de tu mismo tono de piel y combina los intensos toques de las sombras oscuras con otros cosméticos de tonos más suaves para los pómulos o los labios, por ejemplo.
El rasgo que más favorecido resulta con los cosméticos oscuros son los ojos, a los que aporta una intensidad y un misterio especial. Eso sí, la intensidad que quieras debes buscarla tú misma con las sombras.
Si quieres unos ojos al más puro estilo smokey eyes deberás combinar una sombra clara, una intermedia y una oscura (gris plomo, por ejemplo) y preferiblemente también un eye liner negro para perfilar el ojo. No obstante, si quieres un estilo más discreto lo mejor es hacerte con una sombra plateada clarita para todo el párpado, una sombra gris intermedia u oscura para el móvil y un khol que persiga toda la línea superior de las pestañas superiores e inferiores acabando con un trazo ascendente en el rabillo del ojo. En cualquier caso, da el toque final con el rimmel.
Puedes combinar los ojos oscuros con unas uñas también oscuras, pero nunca con unos labios oscuros demasiado llamativos (ni negros o grises ni rojos, que serían demasiado intensos). Lo mejor es dejar los labios al natural con un poco de gloss sin color o bien maquillarlos al estilo nude.