El maquillaje es un perfecto aliado para lucir un mejor aspecto y proyectar la imagen que se quiere. A veces sí es cierto que requiere de más tiempo para conseguir el resultado pero, en otras muchas ocasiones, hay trucos que son sencillos y rápidos. Aquí te contamos algunos para conseguir ese efecto buena cara en muy poquito tiempo.
Pómulos
Los pómulos han adquirido un mayor protagonismo en los últimos años. Antes, el maquillaje se limitaba simplemente a marcarlos pero, ahora, hay muchas más posibilidades. Con el maquillaje en esta zona, se puede lucir un aspecto más joven, iluminar el rostro…
El secreto consiste en realzar e iluminar los pómulos con un poco de colorete. De gran ayuda son las paletas de contouring porque en ellas se tienen todos los elementos que se necesitan: colorete, iluminador y polvos bronceadores.
La clave está en difuminar muy bien y en aplicar cada producto en una zona concreta. Por ejemplo, los polvos bronceadores se extienden en la nariz, pómulos y barbilla. Para que las mejillas parezcan más jugosas, el truco consiste en aplicar iluminador en la parte alta del pómulo, justo por encima de los polvos bronceadores y del colorete. Y listo.
Piel
Para que la piel se vea más natural y uniforme, el secreto es utilizar corrector en crema. Además, debe elegirse un tono más claro que el de la piel. Previamente, es necesario hidratar muy bien el cutis para que no se cuartee en las zonas en las que se extienda el corrector como, por ejemplo, las ojeras o manchas.
A continuación y para terminar el maquillaje, es conveniente utilizar tonos de color tierra o ligeramente rosados y un labial de tonalidad clara con brillo. Y ya estaría.
Flash
Y, si se tiene muy mala cara o muy poco tiempo, el secreto está en usar ampollas flash. Se pueden aplicar antes de la base de maquillaje o bien mezclando unas gotitas con esta. Los resultados suelen ser espectaculares cuando se notan los signos de cansancio, arrugas o flacidez en el rostro.
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