El término ayuno puede aplicarse más allá de la alimentación. Actualmente, también está presente en una propuesta de belleza: skin fasting. En relación con el cuidado diario de la piel, es recomendable seguir una rutina personalizada integrada por hábitos y pasos que repercuten positivamente en el bienestar. Es decir, para que un producto cosmético dé resultados a medio o largo plazo, es esencial aplicar el criterio de la constancia.
Qué es el ayuno cosmético y para qué sirve
El ayuno cosmético invita a dejar que la piel descanse. Es decir, a través de esta medida, es posible prescindir de la aplicación de algunos productos específicos durante un periodo perfectamente establecido.
Sin embargo, existe un riesgo que no conviene evitar. Si una persona quiere cuidar su piel de forma adecuada, no debe tomar decisiones precipitadas o experimentar con el ayuno cosmético sin el asesoramiento adecuado. Antes de aplicar esta propuesta, habla con un dermatólogo. Un profesional especializado asesora de manera personalizada para que la persona aplique el proceso de forma correcta (si se adapta a sus necesidades).
El ayuno cosmético invita a reducir el número de productos empleados en el cuidado de la piel
De este modo, es posible observar la evolución de la piel tras haber eliminado determinados ingredientes de la rutina de belleza. Actualmente, la protección de la piel puede poner el foco en múltiples perspectivas como la hidratación, la firmeza, las manchas, la protección solar… En definitiva, es importante priorizar los cuidados esenciales de acuerdo a cada tipo de piel. A este respecto, hay errores que pueden dejar huella como, por ejemplo, el uso excesivo de productos puede generar un efecto contrario al esperado.
Más allá de las tendencias que surgen en el ámbito de la belleza, recuerda que la verdadera belleza es aquella que se fortalece por medio del autocuidado saludable. Por ello, consulta con un dermatólogo cualquier duda relacionada con este tema.