Aunque a menudo no le damos la importancia y el protagonismo que merece, la piel debería ser uno de los tesoros más preciados de cualquier persona: No solamente es una buena prueba de nuestra salud sino que además es la base sobre la que se mueve cualquier concepto de la belleza.
En este sentido muchas estamos casi convencidas de que ya llevamos al día los cuidados necesarios, pero no tenemos en cuenta que hay algunas cosas que se nos escapan y otras que sencillamente no estamos haciendo bien.
No pierdas detalle de lo que te contamos y comienza a evitar desde ya los malos hábitos para tu piel.
– Protección: Tenemos la ridícula creencia de que el sol solamente afecta a nuestra piel cuando lo tomamos en la playa o en la piscina, pero en realidad los rayos están llegando a nuestra piel cada vez que salimos al exterior y por tanto puede afectarnos de igual modo (envejecimiento prematuro, sequedad, arrugas y hasta cáncer). No olvides ponerte crema siempre que salgas y muy especialmente en verano.
– Productos: No utilizar los productos idóneos para cada edad y tipo de piel (normales, secas, mixtas, grasas, etc.) puede resultar de lo más contraproducente, y es que solamente podemos moderar las imperfecciones de cada tipo de piel con productos pensados para la misma. A modo de ejemplo, los productos para pieles secas serán mucho más oleosos que el resto, por lo que pueden resultar una auténtica bomba para las pieles grasas.
– Limpieza facial: No desmaquillarse es todo un crimen para el rostro, y es que no solamente acumulamos los restos de productos químicos que contienen sino también la grasa de la piel y también toda la suciedad o contaminación externa que la misma ha acumulado durante el día.
– Edad: Por muy joven que te veas, a partir de los 25 es imprescindible utilizar cremas anti-envejecimiento, y es que es a partir de entonces que comenzarás a notar los efectos de la edad en tu piel (arrugas, patas de gallo, sequedad, etc.).
– Tabaco y alcohol: Ya sabemos que es algo que te han repetido un millón de veces, pero probablemente seas una de las que sigue sin meterse en la sesera que ambos no solamente te afectan muy negativamente por dentro sino también por fuera (mayor propensión a arrugas y manchas oscuras). Una dieta sana es también fundamental.