Muchos aspectos son los que hay que tener en cuenta a la hora de elegir un producto de maquillaje para vernos mejor. En muchas ocasiones, nos fijamos en si los colores están de moda o nos favorecen. Pero también hay que prestar atención a otros factores que, en general, suelen pasar más desapercibidos. Se trata de la textura. De ella depende que se pueda hacer una buena y más rápida y sencilla aplicación y conseguir un buen resultado. Aquí hacemos un repaso por algunas de las más novedosas, aunque llevan algún tiempo los productos en el mercado, para que conozcas sus ventajas y las claves de su utilización.
Las texturas
La base de maquillaje es uno de los productos que más ha evolucionado. Una de las últimas novedades lanzadas es el denominado maquillaje aerógrafo, es decir, en formato spray. De este modo, es como una bruma, que se caracteriza por su ligereza y por no dejar marcas.
Su aplicación es muy sencilla. Solo se debe pulverizar la zona a maquillar a una distancia de 20 centímetros. Luego se extiende con una brocha para unificar todo el tono. Y ya se está lista.
Otro producto con una textura diferente es el colorete líquido, que poco a poco se va abriendo paso en el neceser y dejando relegado a la textura en polvo. Su ventaja es que se integra mejor en la piel y su acabado es más natural, aparte de no quedar acumulado en las zonas de las arrugas ni cuartearse. Además, es un producto también muy versátil porque es posible utilizarlo como sombra o labial.
Y, finalmente, hay que hablar de las sombras en crema. Esta textura es más conocida, pero no siempre se conoce bien. Este formato es más idóneo cuando se quiere emplear una sombra con brillo.
Entre sus ventajas figura el hecho de ser mucho más fáciles de aplicar y de permanecer en perfecto estado prácticamente durante todo el día. Y un consejo para conseguir un buen resultado: no es necesario aplicar mucho producto.
Artículos relacionados:
– Tendencias de maquillaje en 2023
– ¿El corrector te marca las arrugas? Trucos de maquillaje para evitarlo