El tónico facial es uno de esos productos que no puede faltar en una adecuada rutina de belleza para limpiar y cuidar nuestra piel. Pero, ¿lo estás usando bien? ¿Sabes exactamente cuál es su función y por qué es importante que no te lo olvides? Hoy desgranamos todas estas cuestiones a través de estos consejos para utilizar correctamente tu tónico facial.
La acción del tónico facial
Lo que conseguimos con el tónico facial es devolver a la piel el PH que ha perdido durante la limpieza previa que hemos realizado y, además, la prepara para recibir a los productos que llegarán después; así conseguiremos que la acción del sérum y de la crema hidratante sea más efectiva.
Cómo utilizar el tónico
Lo primero que tienes que tener en cuenta es que has de elegir el producto más apropiado para las características que tenga tu piel. Si es seca o grasa, sensible, si está poco hidratada… Una vez tengas el tónico idóneo para ti llegará el momento de aplicarlo. Hazlo con un disco de algodón mediante suaves golpes en la piel, sin arrastrar. También te lo puedes aplicar con la mano, sin masajear ni frotar, o con un espray. Deja secar al aire y cuando tu piel esté lista podrás ponerte la crema correspondiente.
En cuanto al momento en el que debes emplear el tónico facial, la posición de la aplicación del producto se sitúa tras haber desmaquillado tu rostro o utilizado la leche limpiadora y antes de darte la crema hidratante.
Qué aporta este producto a tu piel
Aplicado en el orden correcto y de manera apropiada el tónico facial cerrará tus poros e hidratará y refrescará tu rostro, equilibrando tu dermis y preparándola para recibir el siguiente paso de tu rutina de belleza. No te olvides de utilizarlo ya que es importante para que el proceso te dé los resultados deseados.