Tener una piel perfecta es el objetivo de muchas mujeres, sobre todo, para poderla lucir sin tener que recurrir a un sinfín de productos de maquillaje. La buena noticia es que se puede conseguir. El lado menos positivo es que requiere cuidarse en el día a día, teniendo que ser constante en los tratamientos y cuidados faciales. Y, ¿qué hay que hacer? Aparte de solucionar algún problema específico que se tenga en la piel, principalmente hay tres focos de acción.
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Trucos para unificar la piel del rostro
Muchas veces uno de los principales problemas para lucir una piel radiante es no tener un rostro que se vea unificado. Es decir, que se notan las imperfecciones, siendo las más comunes los poros abiertos o dilatados, así como las manchas o rojeces. Son problemas que pueden definirse como antiestéticos, aparte de poner años encima porque la piel parece que tenga un aspecto más envejecido. La solución pasa, en todos los casos, por seguir tratamientos específicos, aunque también hay cuidados que puedes aplicarte en casa para evitar estas imperfecciones o, por lo menos, minimizarlas y lucir un rostro más joven y radiante. Y es que un rostro no unificado es sinónimo de pérdida de luminosidad y de juventud.
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Poros abiertos: estas son las soluciones definitivas
Los poros abiertos y dilatados son un problema importante desde el punto de vista estético porque afean mucho el rostro y dificultan lucir una piel perfecta e impecable. Sin embargo, existen cuidados y remedios, que permiten conseguirlo de forma sencilla haciendo uso de soluciones definitivas para corregir el problema, solucionarlo o camuflarlo.
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Recomendaciones para cerrar los poros
Los poros abiertos ofrecen una imagen más envejecida y, en apariencia, el rostro luce menos luminoso, bello y cuidado. Esto puede ocurrir por diferentes motivos como puede ser una mala alimentación, unos incorrectos cuidados de la piel o debido a la aparición de acné y puntos negros, entre otros factores. Cerrarlos es posible o, al menos, hacer que no tengan ese aspecto tan abierto que puede hacer que mostremos una piel nada bonita. Puedes conseguirlo si sigues estas recomendaciones que vamos a detallar a continuación. ¡Comenzamos!
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Cómo limpiar los poros del cutis
Las rutinas de belleza faciales tienen varios pasos, y cada uno de ellos se realiza con una finalidad concreta, aunque el objetivo final siempre es poder presumir de una piel suave, uniforme y con el mínimo de arrugas. Para conseguir que así sea, tenemos que darle mucha importancia a otros aspectos fundamentales, como lo es la limpieza diaria, la cual podemos reforzar con otros tratamientos una vez por semana.
Hoy veremos cómo limpiar los poros del cutis, de modo que puedas evitar que se obstruyan y que acaben por mostrar granitos y otro tipo de imperfecciones. El primer paso es, obviamente, desmaquillar, limpiar y lavar la piel perfectamente. No olvides retirar todo resto de maquillaje también en tus párpados y pestañas. Mientras te limpias bien, ve poniendo agua a hervir en una olla.
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Precaución al limpiar los poros de la piel en casa
Para poder disfrutar de un cutis en buen estado es fundamental mantener una rutina diaria de belleza en la que jamás puede faltar la limpieza. Todas las mañanas hay que lavarse la cara y poner un tónico equilibrante, así como todas las noches hay que retirar los restos de maquillaje y/o polución. A pesar de adoptar este buen hábito, también hay que hacerse una limpieza de cutis más profunda de vez en cuando.
Estas limpiezas incluyen la desobstrucción de los poros, algo fundamental para eliminar la grasa y la suciedad que los obstruye y así favorecer que la piel transpire sin dificultad. Para limpiarse los poros en casa se emplea el método de la vaporización, que consiste en poner la cara delante de un recipiente con agua hirviendo para que el vapor dilate el poro. Es conveniente cubrirse con una toalla para impedir que el agua se evapore en otra dirección.
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Trucos caseros para cerrar los poros dilatados
Los poros dilatados son una de las peores pesadillas de cualquier mujer desde su adolescencia, y es que estas antiestéticas marcas hacen que el rostro pueda parecer descuidado y poco saludable.
Si bien existen algunos cosméticos en el mercado especialmente preparados para su tratamiento, lo cierto es que también contamos con algunos prácticos trucos caseros elaborados con ingredientes que seguro tienes a mano en cualquier momento.
¿Quieres conocer algunos de ellos?
1. Toma un poco de tu crema hidratante habitual y mézclalo con algunas gotitas de zumo de limón. Debes aplicar la mascarilla sobre el rostro y dejarla actuar unos diez minutos; luego aclara suavemente con agua templada, ¡notarás el cambio en cuestión de minutos!
2. La arcilla es otro de los mejores recursos naturales para conseguir un cutis más suaves y libres de los antiestéticos poros. Mantén la mascarilla durante unos diez minutos sobre el rostro, luego enjuágalo con agua fría y aplica un astringente.
3. Se dice que la lechuga es también un buen remedio. No obstante, no tendrás que poner sus hojas sobre tu rostro sino preparar un jugo triturado de esta legumbre para aplicar sobre la cara mañana y noche (puedes guardar la mezcla en un botecito de cristal para no hacerlo cada día). Déjalo actuar como mascarilla unos 10 minutos y lávate la cara con agua fría.
4. Haz una mezcla de clara de huevo batida con unas gotitas de aceite de oliva (o zumo de limón). Déjalo actuar un ratito y enjuágalo después con agua fría.
Si puedes prueba cada uno de estos trucos caseros para determinar cuál es el que mejor funciona en tu caso particular.
¿Has probado algunos otros trucos caseros o productos para los poros? ¡Cuéntanos tu experiencia!
Consejos para reducir los poros
Por más que nos esforcemos a veces en tener una piel sana y cuidada existen muchos factores que pueden ir en nuestra contra, el primero de ellos nuestra propia piel según sus particularidades.
En este sentido uno de los tipos de piel que más problemas produce es la piel grasa, que además de un poco estético aspecto brillante crea más poros a causa de la cantidad de sebo sobre la piel. No obstante, todas independientemente de nuestro tipo de piel hemos tenido más de una vez antiestéticos granitos debido a los malos hábitos de limpieza facial, una alimentación inadecuada o demasiada exposición al sol.