Si quieres conseguir el efecto “buena cara” a la hora de maquillarte, un toque de colorete será imprescindible. Gracias a este producto lograrás quitarte años de encima, disimular una mala noche, acentuar los pómulos o modelar la forma del rostro. Eso sí, para conseguirlo deberás escoger el colorete más adecuado para ti, más allá de la tonalidad que mejor cuadre con tu tono de piel.
En general, solemos pensar en el colorete como un producto en polvo que se aplica con una brocha. Sin embargo, hoy en día la mayor parte de las marcas de maquillaje también cuentan con una versión en crema. Por supuesto, escoger entre una u otra opción solo dependerá de tu tipo de piel, y no de la presentación. ¿No sabes cuál es la mejor para ti? A continuación lo averiguarás.
En polvo
En primer lugar vamos a hablar del clásico colorete en polvo, que es el más adecuado para las chicas con la piel grasa, además de para la época de verano y para las mujeres que viven en climas calurosos. Esto se debe a que el producto no se corre de manera simple, aunque lo cierto es que dura menos en la piel que la versión en crema. Además, el colorete en polvo es perfecto para las mujeres que necesitan acentuar más sus pómulos, ya que otorga una mayor profundidad.
En crema
En cambio, el colorete en crema es el más recomendado para las pieles secas y normales, ofreciendo una mayor duración a lo largo del día con un efecto natural. Por si fuera poco, este tipo de producto aporta un toque de hidratación y luminosidad, pudiéndose aplicar con los dedos. El mayor inconveniente de este tipo de colorete es que para lograr un buen resultado es necesario tener precisión y practicar la técnica.