Los pies son unos de los grandes olvidados por la belleza corporal, especialmente durante los meses de invierno cuando ni siquiera debemos mostrarlos a la vista de nadie (¡en verano la cosa cambia!).
Sin embargo, la sensación de sentir al tacto uno de esos talones secos y agrietados o de verlos a simple vista no es nada agradable que digamos. A continuación te dejamos algunos buenos hábitos, consejos y trucos que te ayudarán a mantener tus talones perfectos, ¡no te los pierdas!
Esta es una buena guía para conseguirlo:
– Baño de pies: Existen muchas maneras de preparar tus pies para el posterior tratamiento, desde llenar un cubo con agua tibia hasta añadir en el mismo sales marinas y unas gotas de tomillo (o enebro), tres o cuatro gotas de aceites esenciales (lavanda, mejorana, menta, manzanilla, etc.) o con hierbas, que deberás preparar algo de tiempo antes de comenzar el baño de pies. Mantenlos en remojo hasta que la piel se reblandezca, pues de este modo la piel será más fácil de trabajar.
– Exfoliación: Seca tus pies y aplica un producto exfoliante sobre los talones con suaves aunque enérgicos masajes para eliminar las pieles muertas; después enjuaga con agua tibia y seca muy bien. Puedes exfoliar los talones con recetas caseras a base de ingredientes naturales o bien con productos cosméticos específicos.
– Durezas: Las durezas y las pieles muertas restantes deben desaparecer o minimizarse con algunas herramientas como las limas o la piedra pómez, que permitirán limpiar del todo las imperfecciones de los talones.
– Hidratación: Remata el tratamiento casero con la aplicación de una buena crema humectante o hidratante. Masajea esta zona de tus pies y deja que la crema sea absorbida tranquilamente sin apoyar los pies sobre el suelo.
Otros buenos consejos pueden ser andar descalza por la hierba o la arena siempre que puedas, remojar los pies en agua tibia cuando estén doloridos o realizar pedicuras quincenalmente, por ejemplo.