Es posible que a veces te surjan dudas de qué crema facial es la que mejor se va a adaptar a tus necesidades y las de tu piel, puesto que la cosmética es un mercado que no deja de crecer ni de innovar, y continuamente nos ofrece una gran diversidad de productos que, posiblemente, aún te dificulte más tu elección.
En este sentido, quisiera ayudarte a elegir la crema facial que te puede resultar más acertada en función de tu edad, basándonos en lo que tu piel demanda en cada etapa de la vida, independientemente de otros factores; de este modo, no caerás en el error de aportarle ni más ni menos que lo necesario en su justa medida.
– En torno a los 20: a esa edad, la piel es joven y sana, por lo que es suficiente con ocuparse de ofrecerle a diario la hidratación necesaria. Una crema fluida de día será suficiente, así como también son buenas las de textura gel; en ambos casos, te aportan la cantidad de agua necesaria y no resultan grasas.
– En torno a los 30: es la edad en la que los cuidados estéticos ya empiezan a pedir complementos como el contorno de ojos, aquéllos con retinol o vitamina A son ideales para empezar a tratar las primeras patas de gallo. Por su parte, la crema de día ya puede empezar a contener ingredientes anti-edad como el colágeno; así como ya es aconsejable adquirir la rutina de una crema de noche que contenga, preferiblemente, vitaminas y agentes renovadores.
– En torno a los 40: la mejor edad para incorporar un sérum al tratamiento anterior; es muy beneficioso para preparar la piel antes de tu rutina diaria. Los que contienen ácido Hialurónico atenuarán el aspecto de las pequeñas arrugas.
– A partir de los 50: las cremas nutritivas serán esenciales para alimentar tu piel. Busca en ellas los principios activos que mejor combatan el objetivo que se presente en tu caso en particular (manchas, flacidez, etc.).