El pasado sábado, día 26 de mayo, Alejandro Sanz y Raquel Perera reunía a sus allegados en la finca que el cantante posee en una localidad de Cáceres. El motivo inicial de dicha reunión era celebrar el bautizo de Dylan, el hijo de la pareja. La sorpresa fue mayúscula para todos los invitados cuando comprobaron que, además del bautizo, también asistían a la
Por su parte, Raquel lucía un sencillo vestido drapeado de gasa y encaje con patrón de sisa y cuello alzado. Al más puro estilo Bollywood, su cabeza se veía adornada con una doble tira de pedrería fina que se unía en la frente al encontrarse con una lágrima de cristal de mayores dimensiones. Un tocado muy actual que lució con acierto al dejar su melena suelta, ligeramente ondulada y peinada con raya al medio. En las puntas podemos apreciar unas ligeras vetas en un castaño más claro que el tono base.
En cuanto al maquillaje, la ya mujer de Alejandro optó por el modernísimo estilo nude, eligiendo la gama de los marrones para marcar cada uno de sus rasgos. Sombra café en sus párpados, barra nude en sus labios, y colorete doré en sus mejillas fueron los tonos elegidos para lucir un maquillaje tan discreto como favorecedor y moderno.