Con motivo de su 40 cumpleaños, la princesa Letizia ha realizado un posado oficial con el que tratan de mostrar al público escenas cotidianas de su vida privada. Las imágenes se han realizado el pasado mes de agosto, durante 3 sesiones diferentes, aunque ha sido ahora cuando han visto la luz para hacerlas coincidir con dicha onomástica. Fotografías de interior y exterior muy cuidadas que, como suele ocurrir en estas ocasiones, han recibido críticas a favor y en contra.
El vestuario elegido por la princesa para estos posados ha sido un vestido rojo para las imágenes más formales, y uno blanco para las escenas más distendidas y familiares. En cuanto a peluquería y maquillaje, Letizia fue fiel a su estilo habitual, aunque se apreciaba que todo estaba perfectamente planificado al detalle. Llevaba el pelo suelto con raya al medio y con las puntas desenfadadas, un extra de brillo en sus reflejos rubios y mucho volumen fueron los puntos más destacados.
Después de varios intentos para dar con su imagen, parece ser que Letizia ha encontrado en la melena tradicional su look definitivo, dejando atrás aquella época en la que se puso media melena y que no le favorecía nada. En cuanto al color, lleva las mechas muy bien puestas, aunque en mi opinión un poquito claras de más. Aún así, el conjunto global del pelo es acertado y le proporciona un acabado juvenil y natural.
Juvenil y natural también es el maquillaje que luce la princesa en estas fotografías. A pesar de haberse realizado en pleno verano, su piel mantiene un tono claro y sereno, ligeramente alzado por el colorete melocotón rosado. Tanto en ojos como en labios se le aplicaron técnicas muy discretas, muy en la línea de su imagen habitual, destacando el rímel en las pestañas y el brillo en los labios.