Cuidados específicos para piel sensible


Son muchas las mujeres cuyo tipo de piel se clasifica como “sensible” puesto que se muestra propensa a irritaciones, tirantez, poca tolerancia a los cambios, rojeces, capilares rotos, descamación, etc. Todos ellos son síntomas inequívocos de dicho tipo de piel, y que en muchas ocasiones son leves y pasajeros, aunque no por ello menos molestos. Si cada tipo de piel necesita unos cuidados específicos, en el caso de la piel sensible esa necesidad cobra mayor relevancia.

Esto es porque no sólo tratamos de combatir el escozor y las molestias típicas, sino que debemos hacerlo encontrando productos que no nos hagan sufrir ningún tipo de reacción adversa. Afortunadamente cada vez son más las marcas de cosméticos que comercializan productos hipoalergénicos, libres de conservantes, colorantes y perfumes que tanto afectan a las pieles más sensibles, ideando fórmulas cuyos ingredientes disminuyen al máximo el riesgo de irritación.

La piel sensible requiere de unos sencillos cuidados que deberás efectuar habitualmente, entre ellos cabe destacar la necesidad de aplicarte mañana y noche una limpiadora en crema o leche que te permita realizar un suave masaje y que se pueda retirar sin agua, terminando siempre con un tónico sin alcohol. A continuación, aplica una hidratante que tenga propiedades protectoras y calmantes durante el día, y una emulsión reparadora y nutritiva por la noche, a fin de reparar la unión de las células de la epidermis.

Como tratamiento extra puedes utilizar una o dos veces por semana mascarillas calmantes que te aporten alivio y confort inmediato en el rostro. También te conviene que una vez al mes te realices una exfoliación con productos destinados a pieles sensibles y que son más suaves que los convencionales para todo tipo de piel, ya que están elaborados a base de enzimas como papaína y bromelaína y no producen la irritación propia de los microgranulados.

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