A medida que pasa el tiempo, nos van preocupando diferentes cuestiones relacionadas con la belleza. Sin embargo, la preocupación por nuestra cara no desaparece nunca y cualquier imperfección se convierte en un problema serio. Si durante la adolescencia el acné es uno de nuestros principales problemas estéticos, cuando vamos sumando años la búsqueda de soluciones para la pérdida de la tersura se convierte en toda una obsesión.
Aunque conseguir un rostro firme y suave parece una tarea difícil, se puede lograr con una serie de cuidados que, sobre todo, deberán ser constantes. ¿Quieres saber cómo? Pues muy atenta a lo que vamos a contarte a continuación.
Primero de todo, es absolutamente imprescindible dejar de fumar, ya que el tabaco es uno de los principales enemigos del rostro. Tampoco ayuda el sedentarismo, por lo que es muy recomendable realizar actividades físicas. Como puedes imaginar, los cosméticos también son clave para lograr el objetivo de la piel tersa. Lo mejor es que los que elijas sean ricos en colágeno, vitamina C, vitamina A, retinol o rivoflavina de soja.
Por supuesto, la alimentación es un aspecto esencial. Así, lo mejor es comer proteínas, que contribuyen a crear masa muscular y colágeno. Además, deberás evitar los alimentos que más dañan la piel, como las comidas precocinadas, los fritos, las grasas o el azúcar. Por otro lado, para poder presumir de un cutis tenso, lo ideal es eliminar toxinas, algo que podrás conseguir si incluyes más fibra a tu dieta.
Como puedes ver, se trata de métodos sencillos que te darán resultados en poco tiempo. Solo tienes que ponerlos en práctica para comprobar por ti misma el cambio en tu aspecto.
¿Te animas a llevar una vida más sana para tener la piel más tersa?