A todas nos gusta vernos guapas y, para ello, hacemos uso del maquillaje. Como también nos importa el estado de nuestra piel, nos desmaquillamos antes de irnos a dormir y nos aplicamos el tónico adecuado para el cutis. Sin embargo, algo súper importante y que no estamos tan acostumbradas a hacer, es mantener en buen estado las brochas que utilizamos para aplicarnos los productos cosméticos.
No tiene mucho sentido que dediquemos tiempo al cuidado de la piel si, después, utilizamos brochas llenas de suciedad, aceite y polvo que, a menudo, ni si quiera son visibles. Además, si usamos una sombra de un color y luego, otra de distinto color, solo conseguiremos que se mezclen y crearemos tonos que no queremos. Para evitar todo esto, es muy necesario que lavemos las brochas una vez al mes o, incluso, a la semana. Además, es necesario seguir unos hábitos para mantener las brochas en buen estado. ¿Quieres conocerlos?
Es posible que tengas las brochas en un portalápices o en un objeto parecido. Sin embargo, es un muy mala práctica, ya que se contaminan entre ellas. Tampoco es buena idea mantenerlas en lugares abiertos, ya que están en contacto con el polvo y la contaminación. Por ello, lo ideal es guardarlas separadas y bien organizadas dentro de un estuche o, si no, en un cajón
Por otro lado, también es muy recomendable, aunque no del todo necesario, que cubras las brochas. Esto es ideal para protegerlas de gérmenes y, además, cuidarán su forma. Por supuesto, es muy importante su lavado, que dependerá del tipo de pelo. En cuanto a las brochas sintéticas deberás pasarles un pañito húmedo, como por ejemplo toallitas desmaquillantes, teniendo mucho cuidado de no arrancar los pelos. Además, tienes que saber que existen productos específicos para este fin.