La celulitis ha sido y es todavía uno de los mayores problemas estéticos de la mujer, y es que esa acumulación de grasas que deja una aparente piel de naranja afecta a prácticamente todas las mujeres independientemente de su peso.
Por suerte, existen un montón de cremas cosméticas y soluciones caseras para minimizar su impacto visual o para intentar eliminarla de forma definitiva (lo que sinceramente resulta muy difícil)… Pero, ¿cómo utilizarlas? A continuación te contamos las claves para sacarles todo el partido.
Para empezar debes tener en cuenta que de nada sirve aplicar la crema anticelulítica durante una semana cuando te da el bajón y luego volver a olvidarte de ella hasta la próxima recaída: debes tomar el buen hábito de aplicarla mínimo una vez al día al levantarte, después de la ducha o antes de acostarte, como mejor te vaya.
No obstante, es mejor que lo hagas sobre una piel limpia y bien exfoliada tras haber hecho suaves masajes con un guante de crin (húmedo y enjabonado) sobre las zonas más afectadas durante la ducha.
El modo de aplicación también es importante. Aunque generalmente se recomienda hacerlo de abajo hacia arriba y mediante suaves masajes circulares sobre la piel, cada parte del cuerpo requerirá un masaje distinto:
– Piernas: Para conseguir un correcto masaje linfático aplícala de los tobillos hacia el muslo, siempre en dirección al corazón.
– Abdomen: Masajea comenzando por la parte inferior del abdomen, subiendo hasta el busto y sin olvidar las zonas inferiores laterales.
– Glúteos: Ejerce presión con las manos llevándolas de la zona más baja de la nalga y hasta la parte superior que toca con la espalda.
– Brazos: Aplícala con movimientos lineales desde la muñeca hasta el codo y luego de aquí hacia el hombro. Es importante hacer hincapié en las zonas internas superiores donde acostumbra a acumularse más la grasa.
Comienza a acostumbrarte a seguir estas pautas, pues es la mejor forma de maximizar la efectividad de tus productos contra la odiada piel de naranja.