Dicen que más vale prevenir que curar, y esta máxima podemos aplicarla también a nuestros cuidados de belleza, especialmente en edades tempranas. A veces nos parece imposible que nuestro cutis vaya a mostrar arruguitas y flacidez, pero créeme, a todas nos llega. Hoy veremos algunas recetas caseras para combatir las primeras arrugas, unos truquitos sencillos y económicos con los que puedes preparar tu cutis para que el paso del tiempo tarde más en mostrar el envejecimiento prematuro y sus signos más evidentes.
Mascarilla de pepino
El pepino es uno de los ingredientes naturales que aparecen en mayor número de recetas caseras para mejorar el aspecto de la piel. La mascarilla que veremos hoy consiste en mezclar un pepino, la pulpa de una hoja de aloe vera, y un yogur, preferiblemente en una batidora o licuadora. De ahí obtendrás una pasta cuyos ingredientes actuarán en sinergia, esto es potenciando unos los beneficios de los otros.
Mascarilla de zanahoria
En este caso, batiremos una zanahoria, una cucharada de aceite de oliva y un yogur, cuya mezcla resultará una excelente mascarilla antioxidante para rostro y cuello. La piel quedará elástica y muy hidratada, además de protegida frente a los radicales libres y con una mayor luminosidad. Podrás aplicarla tantas veces desees, siempre que notes que tu cutis te pide un extra de hidratación.
Piel tonificada con hierbas
Por último, veremos otra receta casera que se encargará de tonificar la piel. Consiste en hacer una infusión de hierbas y emplearla como tónico tonificante, no como mascarilla. Podrás utilizarlo mañana y noche, y notarás que tu piel recobra la luminosidad perdida y muestra una apariencia más tersa. Los ingredientes son borraja, caléndula, centella asiática y manzanilla; debes hervirlos del modo tradicional y aplicártelo con un algodón cuando su temperatura sea la propia del ambiente.