Tener la piel sensible no es en ningún sentido un defecto, pero sí que puede ser una buena molestia para las personas que la poseen, que tienen que estar continuamente pendientes de los cuidados de su piel.
Si eres consciente de que tienes este tipo de piel no puedes dejar pasar un día más sin cambiar tus hábitos para mantener tu piel sana, hidratada y reluciente.
El principal problema de este tipo de piel es que es tan fina que prácticamente no tiene protección frente a las agresiones externas, por lo que se irrita y se enrojece casi por cualquier cosa. Aquí te dejamos algunos tips para que conozcas las mejores maneras de mantenerla:
– Utiliza lociones y cremas con fórmulas sin fragancia, incoloros, hipoalergénicos y con el mínimo de ingredientes químicos.
– Para limpiar el rostro utiliza las lociones más suaves y los humectantes acuosos; evita siempre los oleosos, que pueden causar la aparición de puntos negros.
– En cuanto al maquillaje, debes seguir las mismas reglas que en las cremas: hipoalergénicos y sin bases minerales, que pueden causar reacciones alérgicas. Cuando te laves la cara después de desmaquillarte hazlo con agua templada, pues demasiado fría o caliente podría resecar muchísimo tu piel.
– Un buen exfoliante servirá para que tu piel esté más fresca y respire. Eso sí, evita las cremas granuladas que pueden perjudicar a la capa más externa de la piel y escoge las más similares a la crema, que se extiendan facilmente y limpien el cutis con suavidad.
– La alimentación es también muy importante, tanto que puede suponer uno de los p untos clave para el buen mantenimiento de tu piel. Tu dieta debe incluir alimentos con vitamina C como la naranja o el kiwi y evitar las especias y las bebidas alcohólicas.
No olvides que la mejor manera de conocer y dar los cuidados concretos a tu piel es consultar a un dermatólogo que te asesore sobre los mejores productos para proteger a tu piel.